Jessica Wright can’t help but think about the impact her business has on the environment—now and for future generations.
“Because I have young children, I believe in having the most responsible business possible. It’s really about being a responsible human being,” she said.
Wright owns Columbia Gorge Confections, a chocolatier and bakery in Hood River. She started working in restaurants when she was 15 and had seen a lot of waste in food service. When she started her own business, she vowed to do it differently.
To reduce energy use and avoid single-use plastic, Wright sources ingredients from local suppliers, uses American-made packaging materials that are printed locally and reuses everything she can, including cardboard boxes and plastic bubble wrap.
Her sustainable choices include heavy curtains to help the shop stay at a consistent 67 degrees year-‘round. “I have to keep it temperature-controlled for obvious reasons, right? It’s chocolate!”. She also washes dishware by hand instead of using a commercial dishwasher and drives a hybrid vehicle to deliver her products to local buyers.
“I am constantly learning, evolving and trying to be mindful and intentional about the choices that I make,” Wright said.
When it came to choosing an oven for her custom cakes, she prioritized efficiency, too. Because of how her space is set up, she needed a convection oven that didn’t require a hood vent. Luckily, Pitman Restaurant Supply, a family-owned business in Portland, had the model she needed. Her purchase also qualified for more than $300 in cash incentives from Energy Trust of Oregon.
Applying for the incentive was simple, she said, especially compared to rebates she’d claimed when doing home improvements. “It was a really easy process. Pitman gave me the paperwork, and the check came fairly quickly.”
The new oven will save her about $125 a year on energy bills. That’s money Wright could put toward extra help during the holidays or give to one of the community causes she supports. These include a dance scholarship at her high school in Coos Bay and regular donations to The Next Door in Hood River, an agency that helps troubled youth and does inclusion training for local business owners. Proceeds from two of her chocolate bars, Gorge Pride and Black Lives Matter, benefit the nonprofit.
Jessica Wright started Columbia Gorge Confections because she wanted to build a business that could support her family. “My daughter is my No. 1 fan. She tells everyone she meets, ‘Do you know what my mom does for a living?’ It’s pretty sweet.”
“Giving back is deeply innate in me,” Wright said. “To be able to give back, even though I don’t have a multimillion-dollar business, is really important. Even if it helps a little bit, or changes somebody, it’s a start.”
When she left the restaurant business to start Columbia Gorge Confections, Wright did so because she wanted her hard work to go into building something for herself and her family. She also wanted to be able to lead with her values while doing something she loves.
“For me it’s not about the money,” she said. “I pay myself just enough to help support my family.”
“All these little things—the environmental things, giving back to the community, supporting other local businesses—when you put it all together, it does make a difference. Those are my core values, not only as a person, but as a business owner. I couldn’t—I wouldn’t—do it any other way.”
Learn how Energy Trust can help your business run better.
Jessica Wright no podía dejar de pensar en el impacto que su negocio tiene en el medio ambiente hoy, y para las futuras generaciones.
“Como tengo hijos pequeños, creo en el objetivo de tener un negocio lo más responsable posible. Se trata realmente de ser un ser humano responsable”, dijo Wright.
Wright es propietaria de Columbia Gorge Confections, una chocolatería y pastelería de Hood River. Empezó a trabajar en restaurantes cuando tenía 15 años y había visto mucho desperdicio en el negocio de las comidas. Cuando abrió su propio negocio, se propuso hacerlo de forma diferente.
Para reducir el consumo de energía y evitar el plástico de un solo uso, Wright se abastece de ingredientes de proveedores locales, utiliza materiales de envase fabricados en Estados Unidos que se imprimen localmente, y reutiliza todo lo que puede, incluidas las cajas de cartón y el plástico de burbujas.
Entre sus decisiones sostenibles se encuentran las cortinas gruesas que ayudan a que la tienda se mantenga a 67 grados durante todo el año. “Tengo que mantener la temperatura controlada por razones obvias, ¿no? Es chocolate”. También lava la vajilla a mano en lugar de utilizar un lavavajillas comercial y conduce un vehículo híbrido para entregar sus productos a los compradores locales.
“Estoy aprendiendo constantemente, evolucionando y tratando de ser consciente e inteligente en las decisiones que tomo”, dijo Wright.
A la hora de elegir un horno para sus pasteles personalizados, también dio prioridad a la eficiencia. Debido a la disposición de su espacio, necesitaba un horno de convección que no necesitara una campana de ventilación. Afortunadamente, Pitman Restaurant Supply, una empresa familiar de Portland, tenía el modelo que necesitaba. Además, gracias a su compra calificó para recibir más de $300 en incentivos en efectivo de Energy Trust of Oregon.
Wright dijo que la solicitud del incentivo fue sencilla, sobre todo en comparación con las rebajas que había solicitado al hacer mejoras en su casa. “Fue un proceso realmente fácil. Pitman me dio la documentación, y el cheque llegó bastante rápido”.
El nuevo horno le permitirá ahorrar unos $125 al año en las facturas de energía. Es dinero que Wright podría destinar para recibir ayuda adicional durante la temporada de los días festivos, o a una de las causas comunitarias que apoya. Entre ellas, una beca de baile en su escuela preparatoria de Coos Bay y donaciones periódicas a The Next Door de Hood River, una agencia que ayuda a los jóvenes con problemas y realiza cursos de inclusión para los empresarios locales. Los beneficios de dos de sus barras de chocolate, Gorge Pride y Black Lives Matter, se destinan a las respectivas organizaciones sin ánimo de lucro.
Jessica Wright puso en marcha Columbia Gorge Confections porque quería crear un negocio que permitiera mantener a su familia. “Mi hija es mi fan número uno. Le dice a todo el mundo que conoce: ‘¿Sabes a qué se dedica mi mamá?’ Es muy dulce”.
“Devolver es algo profundamente innato en mí”, dijo Wright. “Poder devolver algo, aunque no tenga un negocio multimillonario, es realmente importante. Incluso si ayuda un poco, o cambia a alguien, es un comienzo”.
Cuando dejó su trabajo en el sector de los restaurantes para fundar Columbia Gorge Confections, Wright lo hizo porque quería que todo su esfuerzo se destinara a construir algo para ella y su familia. También quería ser capaz de liderar con sus valores mientras hacía algo que le gustaba.
“Para mí no se trata del dinero”, dijo Wright. “Me gano lo justo para ayudar a mantener a mi familia”.
“Todas estas pequeñas cosas—las relacionadas con el medio ambiente, la retribución a la comunidad, el apoyo a otros negocios locales—cuando las pones todas juntas, marcan la diferencia. Esos son mis valores fundamentales, no solo como persona, sino como propietario de un negocio. No podría—no querría—hacerlo de otra manera”.
Descubra cómo Energy Trust puede ayudar a que su negocio funcione mejor.